Ciberseguridad en las Smart Cities (parte 1)

Tal como adelantamos en la publicación de Smart Cities, al haber más población en las ciudades, éstas necesitan una gestión más avanzada. Para ello, la tecnología y el big data pueden ser de una gran ayuda. Pero… ¿qué pasa con la seguridad?

La tecnología 5G traerá la explosión del internet de las cosas o IoT, pero a su vez, vendrá de la mano de una mayor posibilidad de ataques cibernéticos.

Al haber más dispositivos conectados a Internet, habrá más probabilidades de recibir un ataque, más vulnerabilidades… Habrá que estar más alerta.

Los ataques pueden ser de distinta índole: a infraestructuras críticas, a redes, por malware, manipulación de los sensores, acceso a información de los ciudadanos…

Para el 2024 se espera que el 56% del gasto total en ciberseguridad de infraestructuras críticas sea para la industria TI y de defensa. Y el resto, un 44 %, abarcará energía, salud, agua y residuos, transporte y seguridad pública.

Pero una ciudad inteligente abarca diferentes tipos de ciberseguridad  y es algo muy complejo que debería tenerse en cuenta desde que se inicia la configuración de los procesos que se van a llevar a cabo. Engloba todo un conjunto de elementos tanto de hardware como de software: servidores, apps móviles, transferencia de datos, sensores, aplicaciones, etc.

Sectores críticos

Dentro de una ciudad inteligente se dan varias secciones, pero hay una serie de sectores los cuales podríamos denominar críticos, los cuales deberían tenerse en cuenta para planificar la seguridad:

ENERGETICO: La red inteligente del sector energético se compone de varios dispositivos. Un ejemplo básico: los medidores inteligentes de nuestros hogares que envían información de nuestro consumo a las empresas eléctricas por los cuales podría obtenerse información sobre los horarios de los consumidores en esos edificios.

TRANSPORTE: La gestión de los distintos elementos ayuda a descongestionar el tráfico en la ciudad: semáforos y sensores conectados a un sistema centralizado que regulan cuanto tiempo deben permanecer esos semáforos en verde dependiendo del tráfico del momento; o poder llegar a una estación de bus y ver en un panel cuánto tardará en llegar el próximo autobús; aplicaciones que dan información sobre horarios del transporte o si hay espacio libre para estacionar en un párquing.

AMBIENTAL: Algunos sistemas de control serían el control de la calidad del aire avisando cuando el nivel de contaminación sea excesivo para tomar medidas; la gestión de residuos, por ejemplo, para saber cuándo está lleno un contenedor; sensores que monitorizan las alcantarillas…

COMUNICACIONES: Las comunicaciones vía 5G contiene muchas incertidumbres que todavía tienen que solucionarse y eso apareja inseguridad tanto en las infraestructuras como en las aplicaciones necesarias para su gestión. Y las redes WI-Fi públicas son redes en las cuales las comunicaciones no están encriptadas.

GUBERNAMENTAL: Hoy en día, ¿qué ayuntamiento no tiene un portal en Internet desde donde poder solicitar cita al ayuntamiento, obtener certificados, ver datos online, presentar quejas, pagar impuestos…? Y todo ello, con nuestros datos circulando entre nuestros ordenadores y los servidores donde se guarda toda esa información.

La seguridad y la protección deben ser algo preferente a la hora de configurar una Smart City y más desde que los ciberdelitos han aumentado. Las ciudades deben estar preparadas para hacer frente a cualquier amenaza y dar una respuesta rápida y con la menor incidencia en los ciudadanos.

FUENTE: CSO, El País Retina, Trend Micro
IMAGEN: Pixabay (Tumisu)

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